EL FUTURO ES ¡AHORA!

Cuando una oleada de insatisfacciones golpea en tu interior, no cabe duda lo que
hay que hacer es buscar la solución. Muchos optan por la vida fácil, por rehuir de los
problemas, hacer un mundo aparte y desde allí gobernar para sí mismos, ser verdugos de
sus propios cambios y aferrarse a la pasividad conformista. Somos seres de cambios. Los
cambios nos han permitido sobrevivir por los siglos. Cambiar significa crecer y quedarse
ahí sentados mirando los cambios desde afuera sólo nos asegura un statu quo y un nulo
crecimiento.
No podemos ser sujetos pasivos ante la demoledora maquina capitalista, destructora
de sueños, de progreso y justicia social. No podemos esperar cambios acomodados en
nuestros miedos. La solución la hacemos nosotros como actores principales de esta
película. La armas heredadas por la historia deben ser nuestras herramientas de cambio.
Pero sólo si nuestro anhelo es más grande que nuestros fantasmas lograremos dar el
impulso necesario hacia la acción. Y la acción sostenida bajos los pilares de nuestros
valores y estudio acabado de nuestros ideales políticos conducirá sabiamente hacia un
futuro de esperanzas para todos y todas.
Compañero, el mundo exige tu compromiso. El planeta está en vilo a causa de la
cada vez más desastrosa acción capitalista, generadora de la masacre ambiental que nos
tiene atrapados bajo la Espada de Damocles. Los datos son escalofriantes y la realidad más
cruda aún. Ahora mismo nuestro país está atravesando por la peor crisis de sequía en cien
años y esto es sólo el comienzo. El cambio climático es una realidad, pero no desde un mes
o hace un año. Esto comenzó el día que se formalizó la barbarie capitalista. El día en que
unos pocos peces gordos firmaron el interés individual por sobre el interés común, el
"carpe diem" propio por sobre la convivencia humana y solidaria. Ese día se firmó la
sentencia. Llegaron ellos con sus máquinas que producían 10 y contaminaban 15. Se
instalaron con sus fábricas capaces de triplicar los productos que necesitábamos, de
atiborrarnos con mercaderías innecesarias y al no tener ya más mercados iniciaron sus
guerras donde morían nuestras familias. Crearon sus bombas y sus químicos, no les
importaba el futuro, "carpe diem", decían. Y ahora pagamos todos por igual. Y nos llaman
bárbaros a nosotros, ellos, los culpables de este próximo Apocalipsis.
Si los cambios no provienen de las masas afectadas por estas medidas tan naturales
impuestas por los grandes señores de este mundo no lo harán ellos tampoco. Estamos a un
paso de decidir nuestro futuro. La pasividad será seguirles dando un cheque blanco para el
futuro de nuestras generaciones. La movilidad nos asegura sino el triunfo, la victoria ética y
moral de haber dado nuestras vidas en pos de un futuro mejor para nuestros hijos e hijas. El
futuro es Ahora...
Víctor Bermello
RASH RM